En cualquier producción audiovisual exitosa, hay una alianza silenciosa pero determinante que define el tono, la estética y la emoción del resultado final: la que existe entre el realizador y el director de arte. Aunque cada uno tiene roles distintos, su colaboración es fundamental para traducir una idea en imágenes que impacten, emocionen y perduren.
Comprender cómo trabajan juntos estos perfiles es esencial para cualquier marca, agencia o creativo que quiera sacar el máximo valor de una pieza audiovisual.